Perfectos Desconocidos

Título original: Perfectos Desconocidos (2017)

¿Conoces realmente a las personas que te rodean…?

Siete amigos, que se conocen desde siempre, quedan a cenar coincidiendo con un Eclipse lunar donde la Luna se vuelve roja. Dicen que ese fenómeno hace que la gente se «transforme». ¿Nuestros protagonistas lo harán? Durante la cena surge jugar a un juego en el que todos tienes que poner sus móviles en el centro de la mesa. Quién reciba una llamada, un mensaje o un WhatsApp, lo tiene que contestar y leer públicamente para todos. Ya que entre ellos no hay secretos… ¿o sí?

La película está dirigida por Álex de la Iglesia y es un remake de un película italiana, «Perfetti sconosciuti» del director Paolo Genovesse.

Tengo que contar la casualidad (porque no lo sabía) que la película la he visto coincidiendo con el Eclipse Lunar que aparece en la película, en la que la Luna se vuelve roja (31 de Enero de 2018).

Aún siendo un remake de un film italiano, Álex de la Iglesia ha sabido darle su toque personal y, aunque no es tan violenta como otras películas a las que nos tiene acostumbrados (El Bar, Crimen Ferfecto, Las Brujas de Zugarramundi, Balada triste de trompeta, El día de la bestia, La Comunidad…) no defrauda para nada. Te engancha desde el minuto uno.

De la película hay que destacar a sus siete excepcionales actores dando vida a siete perfiles muy reconocibles de personas que nos podemos encontrar en nuestro día a día: más de uno peca de rancio y cuñadil, diferentes tipos de parejas (los recién casados y los que llevan bastantes años), el eterno amigo soltero…

Y eso sumado a buen guión, a las buenas interpretaciones, una impecable puesta en escena, planos muy cuidados, buenos diálogos y giros inesperados en la trama. Todo ello, si lo mezclamos, da lugar a una de las mejores películas de 2017.

El juego que se plantea durante la cena sacará a la luz todos los secretos y trapos sucios que hay entre ellos. Se tocan diferentes temas como la homosexualidad y la no-total-aceptación por la gente del entorno, el trato con los adolescentes y el tema del sexo a esa edad, las infidelidades, la familia, los retoques estéticos… Y todo esto teniendo cuenta que todas las parejas se conocen desde años y es para que todo eso «no importara».

Además, el director sabe muy bien cómo contarnos la vida de cada personaje y cómo son sus relaciones de pareja, simplemente con los diálogos (la película transcurre, en su mayoría, dentro del comedor del matrimonio formado por los personajes que dan vida Belén Rueda y Eduard Fernández). De esta manera, conforme va avanzando la historia, podemos hacernos una buena idea de cómo es cada uno y sacar nuestras propias deducciones, con respecto a los enredos que se van creando a lo largo de la narración, y así poder entender un poquito mejor el argumento final de la película.

Además, me puedo aventurar a decir, que la película también podría ser una pequeña crítica a que «ya no podemos vivir sin el móvil«. Todo gira en torno a ese pequeño aparato que poco a poco se ha ido metiendo en nuestras vidas y del que ahora sería raro despegarnos. A veces parecemos sus esclavos…

Da la sensación que tenemos toda nuestra vida metida él, ya que podemos hacer prácticamente todo con un click. Fotos, llamadas, vídeos, notas, ver nuestras RRSS… Además de ponernos en contacto con las personas que tenemos más cerca y las que tenemos más lejos.

Pero también tiene su punto negativo: podemos guardar y ocultar secretos que no queremos que otros sepan (como les pasa a algunos personajes de la película) y esto a veces, puede jugar en nuestra contra si esos enigmas se acaban desvelando (personalmente puedo decir que no oculto nada «raro» en mi teléfono, así que si alguien lo coge puedo estar totalmente tranquila).

Así que ¿por qué no desconectar de vez en cuando?

Pero volviendo a la película tengo que mencionar la maravillosa interpretación de Belén Cuesta y Juana Acosta. Todos los actores, en general, están muy bien pero, para mí, ellas son lo mejor del filme. Ambas están perfectas. No soy muy fan de Belén, pero aquí me ha encantado. Y Juana Acosta hace un papelón y una interpretación magnífica. Cada día me gusta más como actriz.

               

Creo que está de sobra decir que me ha encantado y mucho más de lo que me esperaba, ya que fui sin saber de qué iba. El factor sorpresa, casi siempre, funciona para bien, y este caso ha sido así.

Las buenas críticas y el hecho de que llevase tanto tiempo en el cine de mi pueblo (es raro que aguante tanto una película en cartel) me animaron a ir a verla y sacarme de la duda.

Así que si hay alguien que aún no la ha visto, no sé qué está esperando para ir a verla (porque seguro que en vuestros cines sigue estando con el éxito que ha tenido). Os vais a divertir muchísimo con las historias de cada personaje.

Álex de la Iglesia, así Sí.

Mi valoración: 7/10 ★★★★★★★