Descifrando Enigma

Título original: The Imitation Game (2014)

★ Nominada a 8 Premios Oscar 2014

★ Ganadora del Oscar 2017 al Mejor Guión Adaptado.

Alan Turing, el hombre que no era «normal» y cambió el destino de la II Guerra Mundial

La película cuenta la vida del matemático británico, Alan Turing (Benedict Cumberbatch), desde que era un niño hasta que se convierte en la persona que consiguió descifrar los códigos encriptados secretos nazis de la máquina Enigma. Cambió el rumbo de la II Guerra Mundial (1939-1945) en favor de los Aliados y, por lo tanto, conocía al instante, todos los mensajes que mandaba Hitler a su ejército.

En vez de ser reconocido por salvar la vida de millones de personas fue acusado por su condición homosexual en 1952.

Fue un genio que cambió el rumbo de la historia. Una lástima que en aquel momento, con lo que logró conseguir, sólo vieran que era un hombre al que le gustaban los hombres y que eso pesara más que cualquier otra cosa.

La película cuenta, desde el principio, el proceso que llevó a cabo para conseguir descifrar la máquina Enigma.

Para ello, ideó su propia máquina, con la que aseguraba que conseguiría el reto que nadie había logrado hasta el momento. No lo tuvo nada fácil, ya que muchos de sus compañeros, se oponían a que esa gigantesca estructura llegara a funcionar pero lo hizo…

La historia tiene una estructura de tres tiempos diferentes en los que se van entrelazado:

– Presente. Acusación de la policía sobre su condición sexual.

– Pasado. Donde se desarrolla la trama y donde se cuenta la historia de cómo llegó a los códigos nazis.

– Pasado infancia. Su etapa de niño en el colegio. Esta parte marcaría mucho su etapa adulta. Sufrió acoso por ser «diferente», le gustaban las matemáticas y los criptogramas, afición que compartía con su mejor amigo, Christopher. Y con el que tenía una relación especial.

La película está muy bien contada y no se hace pesada para ser una biopic. Se hace entretenida, llevable y nada aburrida. Quieres saber más y más sobre la vida de este genio llamado Turing. Te pones en el piel del personaje y es muy fácil empatizar con él.

Para ello, no pudieron escoger a mejor actor, a Benedict Cumberbatch, para darle vida al matemático. Su interpretación es de sobresaliente. Lo hace majestuosamente bien transmitiendo los sentimientos del personaje, en cada momento. Chico tímido que no suele destacar demasiado, casi siempre solitario, entre números y criptogramas y «un bicho raro» que no sabe qué cambiaría el rumbo de la historia. Los primeros planos del actor son de lo mejor. Hace que te llegue más tu tristeza, su desesperación, su alegría…

El personaje femenino secundario-protagonista, esta vez, recae en Keira Knightley, dando vida a la mejor amiga de Alan, Joan Clarke. Está muy bien en su papel. Es un pilar fundamental en la vida de Turing y su mayor apoyo en los peores momentos. Ella fue la que dijo que Alan no era una persona normal: Era un genio. Y siempre estaba en las buenas y en las malas para ayudarle a no caer.

Mención especial a la ambientación, vestuario, fotografía, decorados… porque han conseguido recrear muy bien aquella época. Está muy bien cuidado y con gusto.

La película me encantó y me pareció un peliculón. De las mejores biopic que se han hecho en mucho años y una de las mejores películas que he visto desde hace tiempo. Completamente recomendable si quieres conocer un poco más sobre la vida de este genio y de la historia de la II Guerra Mundial.

La he visto dos veces (y las que me quedan) y ya está entre mis favoritas.

Como curiosidades, quiero contaros dos que quizás desconocéis:

1. Alan Turing fue el creador de los ordenadores que hoy en día conocemos. Gracias a él podemos disfrutar de ellos.

2. El logo de Apple, fue diseñado en su honor. La razón (y que conste que no es Spoiler de la película) es porque se suicidó con una manzana que contenía cianuro. De ahí, que la manzana tenga un bocado.

Y después de esto, os animo a que la veáis, porque merece MUCHO la pena.

Mi valoración: 9/10 ★★★★★★★★★